«En ningún caso debe perderse de vista el papel de la guía y la ayuda divinas. A veces hacen realizan ustedes una tarea, se cansan, piden fuerzas a Dios el Altísimo, Dios les da fuerzas y ustedes siguen adelante. A veces, tienen ustedes dificultades en una elección y piden a Dios el Altísimo que los guíe y los lleve de la mano; Dios los guía. Hay otros que, en esas circunstancias, no piden fuerzas a Dios, y no les llegan fuerzas; no piden guía a Dios, y no les llega guía. El Creador del mundo nos ha ordenado que Le pidamos, que pidamos guía, que pidamos ayuda, que pidamos éxito» (17/04/2004).