«Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center, los estadounidenses trataron de hacer creer que en la región había una situación bipolar de lucha entre la democracia y el terrorismo. Emitieron propaganda variopinta, gastaron mucha energía, lanzaron numerosos ataques militares, incurrieron en grandes gastos e hicieron cuanto estaba en su mano a fin de sostener que estaban propagando la democracia, que la región estaba intentando propagar el terrorismo y que ellos estaban aquí para salvar la región.

»Miren ustedes tan solo la situación de Irak, que era su foco principal de interés. Si preguntan a la gente corriente de Irak, les dirán que los causantes del terrorismo son los propios estadounidenses. Nadie cree que EE. UU. haya llevado democracia a Irak» (03/01/2008).