A continuación, las partes importantes de las declaraciones del imam Jameneí: 

 

“El mes de Ramadán es el mes del convite y de la extensión infinita de la misericordia divina. Si ustedes acuden a ese convite de la mejor manera posible, ¿qué les dará Dios? El agasajo divino consiste en dar la oportunidad de acercarse a Dios, y por encima de eso no hay nada”.

“La recitación del Corán es el acto de habla de Dios. Cuando leemos el Corán, Dios nos habla, y ese acto de habla no pertenece solo al pasado o a los sucesos y relatos coránicos, sino que es relativo a esta misma situación presente. Es para que encontremos nuestro camino”.

“El Corán es el milagro del Profeta del Islam. La religión del Profeta es eterna, por lo que su milagro ha de ser eterno también. ¿Y qué quiere decir eso? Que mientras esta religión siga en pie ―es decir, por siempre jamás― podrán hallar en el Corán el conocimiento que necesitan”.

“¿Qué sentido tiene la vida? Pues la vida misma en sentido amplio: vida espiritual, vida material, familia, gobierno, lazos sociales… hasta el vínculo con Dios. El vasto escenario de la vida humana es ese, y el Corán puede dar respuestas sobre todo ese inmenso dominio de la vida”.

“El Corán puede dar respuesta a las preguntas de ustedes respecto a todo el inmenso dominio de la vida. Eso sí, no olvidemos que la mayoría de la gente aprovecha su aspecto externo, pero las honduras del Corán no pueden aprovecharse más que a través de un profundo aprendizaje”.

“En el momento y el lugar en el que uno piense que ya ha llegado al final del trayecto y que no hay nada más allá, es ahí donde comienza la caída del ser humano. Un ser humano debe siempre avanzar y perfeccionarse”.