«¿Cómo se arregla el problema con Estados Unidos? Sentándonos a negociar y obteniendo un compromiso de Estados Unidos, ¿se soluciona el problema? (…) En el acuerdo JCPOA de 2015, dijeron que si reducíamos la actividad de la industria nuclear ―que la detuviésemos por completo no se atrevieron a decirlo―, que si la limitábamos y la disminuíamos en tal cantidad, ellos harían tales cosas: que si iban a quitar las sanciones, que si iban a hacer esto, que si iban a hacer lo otro… ¿Hicieron esas cosas? Pues no, no las hicieron. Negociar no resuelve nuestro problema con Estados Unidos. Es cierto, hay una cosa que resolvería nuestro problema con Estados Unidos. ¿Qué cosa? Someternos a sus exigencias. ¡No una sola vez! Con extorsionar una vez, los norteamericanos no se conforman. Si nos sometemos hoy, mañana vendrán a exigir un nuevo vasallaje; pasado mañana vendrán a exigir otro al que someternos… Hoy dicen que paremos la industria nuclear ―primero, que paremos el veinte por ciento, después que paremos el cinco por ciento y luego dirán que desmantelemos las infraestructuras nucleares―. Después dirán que cambiemos la Constitución, y luego que quitemos el Consejo de Guardianes. Los estadounidenses exigen tributos de vasallaje. Si ustedes quieren que su problema con Estados Unidos se resuelva, eso es lo que tienen que hacer: someterse a sus exigencias constantemente. Eso es lo que Estados Unidos quiere (…). Negociar con Estados Unidos no resuelve ningún problema. Si están dispuestos a someterse a vasallajes, no una ni dos, sino una tras otra, en todos los asuntos fundamentales, y a traspasar todas sus líneas rojas, claro, entonces Estados Unidos ya no querrá nada de ustedes, como en tiempos de los Pahlaví» (26/11/2022).