«Existen ciertas diferencias entre hombre y mujer, lo que significa que hay una naturaleza femenina y otra masculina. Tanto en el cuerpo, como en el espíritu y las cuestiones espirituales hay diferencias, y las responsabilidades son acordes a esas diferencias. Estas influyen en el tipo de responsabilidades que atañen al hombre y a la mujer, dependiendo de esa naturaleza masculina o femenina. Ninguno de ellos debería asumir cosas contrarias a su propia naturaleza. Yerra el hombre que, con su modo de comportarse, por medio de maquillaje facial y demás trata de parecerse a una mujer, o la mujer que, con su conducta, su habla y sus movimientos trata de parecerse al hombre. Ambos yerran» (04/01/2023).