«Los organismos y los encargados de cultura y propaganda deben tener todo el cuidado de que la palabra de Dios no quede abandonada en ninguna circunstancia, y en este campo no deben temer la polémica, el alboroto ni las acusaciones», ha recalcado el ayatolá Jameneí en un encuentro mantenido este miércoles con un grupo de funcionarios de la Organización de Propaganda Islámica.

Al recordar que tener en cuenta los requisitos sociales de la propaganda no significa ignorar la grandeza y grandiosidad divinas, el Líder de la Revolución Islámica ha señalado que hay ciertas condiciones para las labores culturales a las que se debe prestar total atención.

«El lenguaje para comunicarse con un joven o un adolescente difiere del que se usa para hablar con alguien inconsciente, ignorante u hostil. Y la lengua que se usa para el diálogo y la difusión en otros países es distinta a la de la labor cultural y de propaganda en el interior», ha aseverado.