El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Jameneí, ha insistido en la protección de los derechos de trabajadores y la prevención de cualquier abuso en su contra.
«Si alguien comete un abuso contra un trabajador, todas sus buenas obras se pierden; la fragancia del paraíso le estará proscrita por Dios. ¿Y cuáles son esos abusos? Son abusos no pagar el salario, no suministrar cosas como seguro y atención sanitaria o aumentar la capacitación», así ha subrayado su eminencia.
En una reunión mantenida hoy sábado con un grupo de trabajadores iraníes, con motivo de la Semana Nacional del Trabajo y el Trabajador, el ayatolá Jameneí ha destacado el papel importante que desempeña la clase obrera en el desarrollo económico del país, comparándola con una »columna vertebral « que refuerza las unidades productivas.
»La producción es la columna vertebral de la economía del país, y el trabajador es la columna vertebral de la producción. No debemos permitir que el trabajador se debilite. Una parte importante del crecimiento de la producción corresponde a los trabajadores«, ha señalado.
Además, ha descrito el rol de los trabajadores como los que intentan mantener viva la »savia vital« de la sociedad. »El trabajo es la savia vital de la sociedad: si no lo hay, no hay nada. El alimento, la ropa y cuanto utilizamos en nuestras vidas proviene todo ello del trabajo. ¿Y quién realiza el trabajo? El trabajador. De modo que el trabajador equivale a la vida de la sociedad«, ha agregado.
El ayatolá Jameneí, no obstante, ha considerado el desempleo como la fuente de muchos problemas sociales que podrían resultar alguna corrupción en la misma sociedad. »Muchas lacras sociales son causadas por el desempleo; a él están vinculadas la adicción, el robo y la destrucción de la familia. Los organismos responsables de la producción deben saber cuán importante es para la sociedad generar empleo«, ha enfatizado.
Refiriéndose, en otra parte de sus declaraciones, a ciertos complots fracasados contra los trabajadores iraníes, el Líder de la Revolución Islámica ha dicho: »los enemigos intentaron poner al colectivo trabajador contra la República Islámica, pero no pudieron. Claro que ha habido protestas en el ámbito laboral, y con razón, pero el colectivo trabajador ha marcado distancias frente al enemigo y no ha dejado que aproveche esas protestas«.