«Los estadounidenses dicen a veces que desean cooperar con Irán. Si dejan de lado todo apoyo al régimen sionista, retiran sus bases militares de Asia Occidental y cesan las injerencias en esta región, sería entonces posible tomarlo en consideración», ha dicho el ayatolá Jameneí en un encuentro multitudinario con estudiantes de secundaria y universitarios, con ocasión del Trece de Abán, el aniversario de la toma de la embajada estadounidense en Irán el 4 de noviembre de 1979.

La toma del «Nido de Espías» en 1979

Repasando el episodio histórico, Su Eminencia observó que las embajadas de los distintos Estados suelen disponer de una sección de inteligencia y es normal que recopilen información sobre el país en el que se encuentran, pero la embajada estadounidense en Teherán era en 1979 un auténtico «centro de conspiración para echar abajo la Revolución Islámica», y los jóvenes que asaltaron la legación hallaron en ella los documentos que lo probaban.

La toma de la embajada fue así «el descubrimiento de un complot contra la Revolución Islámica», que había triunfado en el mes de febrero de ese año. «Fueron los estudiantes quienes lo hicieron, ¡bravo por ellos! Lograron reunir las pruebas y comprender lo que ocurría» en el recinto diplomático, dijo el Líder iraní.

El conflicto entre la República Islámica de Irán y Estados Unidos

Haciendo una valoración del conflicto entre la República Islámica Irán y los Estados Unidos de América, el ayatolá Jameneí recalcó que las diferencias existentes no son tácticas, sino inherentes a la naturaleza distinta de ambas partes. De lo que se trata, añadió, «es del enfrentamiento entre los intereses de dos corrientes: la corriente de Estados Unidos y la corriente de la República Islámica».

Su Eminencia se refirió a una pregunta formulada a veces por algunos en Irán sobre si, así las cosas, las relaciones entre el país asiático y el norteamericano permanecerán cortadas a perpetuidad, y respondió que, por su propia naturaleza arrogante, Estados Unidos no acepta «nada que no sea la rendición». «El actual presidente de Estados Unidos lo verbalizó, desveló la verdadera esencia de Estados Unidos. ¿Y cómo va a rendirse un pueblo como el de Irán?», argumentó.

Necesidad de fortalecimiento de Irán

El ayatolá Jameneí enfatizó la necesidad para Irán de fortaleza en lo militar, en lo científico y en la administración del país, argumentando que, si un país se fortalece y el enemigo siente que enfrentándose a ese pueblo fuerte saldrá perjudicado, sin duda el país habrá quedado protegido».

«Por la gracia de Dios, Irán logrará demostrar que es una nación fuerte y que ninguna potencia puede, ni con todas sus capacidades, someter al pueblo iraní y ponerlo de rodillas», vaticinó Su Eminencia.