En nombre de Dios, Clemente y Misericordioso.

Aprovecho la ocasión de estos días evocadores de la Sagrada Defensa para saludar a los queridos mártires e inclinarme ante sus almas puras. Los mártires son estrellas que guían; son modelos imperecederos para todos nosotros y para las generaciones venideras. Sus hechos son una lección. Sus motivaciones son sabiduría. Debemos escuchar correctamente su mensaje y aprovecharlo para la prosperidad de este mundo y del más allá en todas las épocas y generaciones.

La paz de Dios y sus santos con los mártires queridos.

Seyed Alí Jameneí