«El régimen sionista rebosa de ira y de rencor; no solo hacia nosotros, que en definitiva no le damos importancia. Respecto de la República Islámica, ese rencor es al fin y al cabo claro y patente; pero es que con otros países ocurre lo mismo. No es cierto que el régimen sionista esté satisfecho y complacido con los países que lo rodean. No, a Egipto también le tienen rencor; a Siria, también, y a Irak también. ¿Por qué? Porque su objetivo era “del Nilo al Éufrates”, y no ha sido así. En distintos momentos y por distintos motivos, esos países no lo permitieron, y ellos rebosan de rencor y de ira. En fin, como dice el Corán: “Di: ‘¡Que vuestro odio os mate!’”. Eso es, “llénense de ira y mueran de esa ira”. Y eso es lo que sucederá. Están muriendo. Con la ayuda de Dios, ese “di: ‘¡Que vuestro odio os mate!’” se está haciendo realidad en lo que concierne al régimen sionista» (