El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, viajó a Irán a principios de diciembre a la cabeza de una delegación de alto nivel y se reunió con el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Alí Jameneí. La visita se realizó más de dos décadas después del histórico viaje al país persa del expresidente, y líder de la Revolución cubana, Fidel Castro.
En la cita, el ayatolá Jameneí destacó las amplias capacidades políticas y económicas existentes en ambos países, y pidió la creación de una coalición para hacer frente a la “coerción” de Estados Unidos. “Hay que unir estas capacidades para crear una coalición de países que comparten posturas cercanas ante la coerción de Estados Unidos y los occidentales”, dijo el ayatolá Jameneí durante la reunión con Díaz-Canel, efectuada el 4 de diciembre.
En esta línea, el portal Web, KHAMENEI.IR ha realizado una entrevista exclusiva con el embajador de Irán en La Habana, capital cubana, Mohamad Hadi Sobhani, para abordar los temas planteados por el Líder de la Revolución Islámica en esta reunión, así como la historia y las oportunidades existentes en las relaciones de Irán y Cuba.
Teniendo en cuenta que, esta fue la primera visita oficial de un mandatario cubano al país persa desde 2001, por favor, explique un poco sobre la historia de las relaciones entre la República Islámica de Irán y el país caribeño.
Quiero empezar la conversación recordando que, antes de la victoria de la Revolución Islámica iraní (1979), los líderes revolucionarios de Cuba eran bien conocidos por los revolucionarios iraníes. La Revolución de Cuba, liderada por Fidel Castro triunfó en 1959, y derrocó al dictador Fulgencio Batista, uno de los principales aliados de Estados Unidos, por lo que, Castro y Ernesto Che Guevara, eran entonces figuras muy famosas para los revolucionarios iraníes.
El ayatolá Jameneí tuvo varios encuentros con el Sr. Castro; el último se realizó en mayo de 2001, en Teherán, y el otro, tuvo lugar en 1986, al margen de la VIII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, en Zimbabue, donde el Líder de la Revolución Islámica sostuvo que, ambos países, pueden tener muy buenas relaciones, pese a la inmensa distancia geográfica.
Como ya saben, la primera delegación política de la República Islámica, tras la victoria de la Revolución, el 11 de febrero de 1979, visitó Cuba. El entonces ministro de Exteriores de Irán se reunió con Fidel Castro en La Habana, y solicitó que Irán se integrara al Movimiento de Países No Alineados. Poco después, nuestras relaciones diplomáticas se restablecieron y abrimos nuestra embajada en La Habana, eso significa que mantenemos nexos diplomáticos ininterrumpidos con Cuba, desde hace más de 44 años.
Lo importante es que, durante estos cuarenta y tantos años, siempre hemos disfrutado de una excelente relación política con la Isla, y esto emana de las posiciones comunes que comparten ambas revoluciones en la lucha contra el Gran Satán, el imperialismo estadounidense y sus aliados. Esta cuestión [posturas cercanas] ha establecido una amplia cooperación política en forma de organizaciones internacionales, y cooperación regional y bilateral. Cinco de nuestros presidentes han tenido visitado el país caribeño, ya sea, durante el mandato de Fidel Castro y su hermano, Raúl Castro, o en la actualidad, durante la presidencia del Sr. Díaz-Canel.
Por lo tanto, quiero decir que, políticamente, siempre hemos tenido altos niveles de consenso y coordinación en las soluciones e iniciativas diplomáticas en cuestiones internacionales, regionales y bilaterales. Cuba siempre ha sido uno de nuestros pilares en la política exterior en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica. Por tanto, desde el punto de vista político, no hay obstáculo alguno para el desarrollo de los nexos entre los dos Estados, y esto es algo por los que los líderes de ambos países han abogado siempre.
Usted ve como buenas las relaciones políticas entre Irán y Cuba, pero, ¿qué tal están los vínculos bilaterales en las áreas económica, comercial y científica?
Nuestra primera cooperación económica y comercial con Cuba fue un proyecto científico, en particular, un acuerdo en el campo de la biotecnología. Cuba es actualmente uno de los polos biotecnológicos más importantes del mundo, gracias a las amplias inversiones realizadas a la hora de formar el personal especializado y crear infraestructuras necesarias desde el inicio de la Revolución, bajo la dirección de Fidel Castro.
Por ejemplo, durante la pandemia del nuevo coronavirus, cuando muchos países europeos, como Francia y Alemania, no habían logrado producir una vacuna contra la COVID-19, Cuba pudo producir, en un año, cinco fármacos anti-covid de alta calidad. Esto es muy importante.
Eso quiero decirlo, por primera vez. Nosotros importamos la vacuna contra la Hepatitis B y la tecnología de producirla de Cuba, a principios de la década 2000, gracias a un acuerdo firmado entre los dos países, lo que marcó la primera transferencia tecnológica para desarrollar vacunas en el país, tras la Revolución iraní. Hubo otros países que nos vendieron vacunas, pero, ninguno nos proporcionó el conocimiento. Así que, la tecnología cubana cimentó las bases de nuestro progreso en el campo biotecnológico.
Más tarde, desde el año 2019, hemos firmado varios otros contratos con Cuba, para importar la tecnología de una serie de vacunas, incluido el fármaco contra los Neumococos — la infección neumocócica es una causa importante de otitis media, neumonía, sepsis, meningitis y, muerte. Esta enfermedad, comúnmente, coloniza el tracto respiratorio del ser humano, incluido los niños —.
Asimismo, durante la pandemia del COVID-19, gracias a una cooperación conjunta entre el Instituto Pasteur de Irán y la parte cubana, logramos producir una vacuna anti-covid, denominada PastuCovac, que fue utilizada en la campaña de vacunación del país. Por lo tanto, el campo biotecnológico y la transferencia de tecnologías relacionadas es una de las áreas más importantes de cooperación entre los dos países.
En los últimos años, también hemos tenido cooperaciones empresariales e industriales. Por ejemplo, en el ámbito de transporte ferroviario, hace varios años suministramos a Cuba 200 vagones de carga utilizados para el transporte de trigo, combustible, cemento, etc. Otorgamos, además, un nuevo crédito de 200 millones de dólares a la Isla, para brindar servicios técnicos y de ingeniería. Nuestro sector privado, a su vez, ha inaugurado una empresa molinera para producir harina de trigo en La Habana. Asimismo, el sector minero y acerero figuran entre las nuevas áreas de cooperación bilateral. De la misma forma, suministramos a la parte cubana bienes de consumo como, alimentos, detergentes y mercancías que se consumen diariamente por sus habitantes. En otros sectores, también, ha habido amplias colaboraciones, que esperamos que den los resultados deseados.
¿Cuáles fueron los acuerdos más importantes firmados durante el reciente viaje del presidente de Cuba a Irán?
En el campo de la biotecnología, se rubricó una enmienda al acuerdo de producción de la vacuna contra los Neumococos, entre el Instituto Pasteur de Irán y el Instituto de Investigación Finlay de Cuba. También, un pacto para producir una nueva vacuna, y transferencia tecnológica a Irán. El mandatario cubano visitó el Instituto Pasteur de Irán, principal símbolo de cooperación entre los dos países. Firmamos, además, durante este viaje, nuevos documentos de cooperación en los sectores de minería, energía, y salud, así como en el campo de la comunicación y la Tecnología de la Información (TI). Todos estos acuerdos, sumados a los documentos de cooperación ya firmados durante el viaje del sr. [presidente, Seyed Ebrahim] Raisi a Cuba, en junio pasado, proporcionan un marco que promueve las relaciones bilaterales con la Isla en diversos sectores políticos, económicos y tecnológicos.
El documento de cooperación más importante, firmado con la parte cubana en Teherán, fue un memorando de entendimiento para formar un comité conjunto en pos de impulsar la cooperación científica y tecnológica; la iniciativa fue planteada por nuestro estimado presidente durante su visita oficial a La Habana en junio pasado. Este comité, compuesto por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba y la vicepresidencia para la Ciencia, la Tecnología y la Economía basada en el Conocimiento de Irán, tiene como objetivo aprovechar las capacidades de los dos países [para impulsar la cooperación conjunta]. Por ejemplo, la parte cubana, en el campo de biotecnología, y la iraní, en nanotecnología, pueden tener intercambios científicos y tecnológicos entre sí. Éste, en mi opinión, fue el documento más importante firmado.
Posteriormente, el mandatario de Cuba recorrió, durante su estancia en Teherán, el Centro Internacional de Exposiciones de Teherán, donde se exhibieron algunos productos de las empresas iraníes basadas en el conocimiento, y quedó muy impresionado.
¿Qué mecanismos se han activado para la implementación de los acuerdos?
Bueno, muchos de los acuerdos firmados necesitan dar seguimiento a su implementación. Afortunadamente, los convenios que tenemos con Cuba, se basan en un mecanismo complementario y son de beneficio mutuo, lo que constituye la mejor garantía para su implementación. No hay acuerdo entre nosotros que satisfaga solo a una de las partes.
Otro factor que nos anima a implementar los memorandos de entendimiento es, la “economía de resistencia”. El presidente de Cuba enfatizó, varias veces, en la necesidad de trabajar en una estrategia de “economía de resistencia”, tanto durante su encuentro con el Líder de la Revolución Islámica, como en sus conversaciones con su homólogo persa, el hoyatolislam Raisi.
Los países, como Cuba e Irán, que son blancos de sanciones unilaterales y crueles de Estados Unidos, y de sus aliados occidentales, no tienen otro remedio que ampliar sus intercambios económicos y comerciales para superar los embargos, lo que impulsa a ambas partes a aprovechar sus capacidades económicas. Sin duda alguna, los Ejecutivos y las embajadas de los dos países también desempeñan un papel muy importante en la implementación de estos convenios. Estoy muy optimista sobre la puesta en marcha de la mayoría de estos acuerdos, si Dios quiere.
El señor Fidel Castro, líder de la Revolución cubana, es una figura popular y respetada en Irán. ¿Puede explicar, por favor, sobre su personalidad y el enfoque antimperialista que comparten ambas revoluciones?
Puedo mencionar dos puntos al respecto. Primero; la Revolución Islámica de Irán triunfó casi 20 años después de la victoria de la Revolución cubana. Este suceso, y la caída de la dictadura Pahlavi en el país persa, como lo afirmó anteriormente el sr. Díaz-Canel, envalentonó a la juventud revolucionaria cubana y le animó a seguir el camino de su propia Revolución. El segundo punto es que, Cuba a pesar de estar sujeta a las medidas coercitivas unilaterales de EE.UU. durante los últimos 60 años, nunca se ha replegado del camino de su Revolución. Creo que, al Líder de la Revolución Islámica, y a las autoridades de Irán, les importan el compromiso y la lealtad de la nación cubana con su Revolución.
Uno de los temas más importante, planteado por el ayatolá Jameneí durante su encuentro con el mandatario cubano, es la necesidad de crear una coalición entre los países que comparten posturas cercanas ante las coerciones de EE.UU. y los países occidentales. ¿En su opinión, qué prioridades de cooperación puede tener esta coalición antimperialista, y qué papel puede desempeñar este bloque en los acontecimientos globales?
Sí, esto es muy importante. Hay varios actores internacionales, como Cuba y la República Islámica de Irán, entre otros países, que abogan por preservar su independencia y contrarrestar las injerencias foráneas en sus asuntos internos. Estos pueden forman un club de países sancionados. Cada una de estas naciones puede tener enormes capacidades políticas y económicas. Estos países, que podrían estar en Sudamérica, Asia o África, pueden compartir sus capacidades económicas especiales, en cuanto a recursos naturales y otras cosas.
Estas naciones pueden aumentar sus intercambios comerciales, sorteando las sanciones a través del mecanismo del trueque, y sin intervención del dólar, lo que conduce a la dilución de la hegemonía de la moneda estadounidense a nivel internacional. Por tanto, estos son algunos campos que acercan a los países sancionados. Algunas naciones, como Irán y Cuba, tienen enfoques revolucionarios, mientras que varias otras podrían tener miedo al poder imperialista estadounidense, debido a sus problemas internos. Sin embargo, éstas, en caso de contar con el apoyo y la ayuda de los demás, se sentirán más independientes, y poco a poco, buscarán jugar un papel soberano en el sistema internacional; retirarse del mundo unipolar, y salvarse de la hegemonía y de la dominación estadounidense. En tales circunstancias, estos países van a abogar por un mundo multipolar, en el que las naciones puedan perseguir sus propios objeticos, y tener el derecho a la autodeterminación.
El Líder de la Revolución Islámica dijo que el presidente cubano y la República Islámica comparten las posiciones coincidentes sobre los acontecimientos internacionales, en particular el tema de Palestina. ¿Cuál es el enfoque de Cuba y su mandatario hacia lo que está sucediendo en Gaza?
Quizás le resulte interesante saber que Cuba fue el único país latinoamericano que votó contra de una resolución de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobada en 1947 —conocida como el Plan de Partición de Palestina—, que dio lugar, un año después, a la formación del falso régimen sionista. Después del triunfo de la Revolución, el Gobierno cubano preservó sus enfoques libertarios ante los países imperialistas, por lo que siguió apoyando las principales posiciones de los países sobre la cuestión palestina. Esta misma postura llevó a Cuba al rompimiento de relaciones diplomáticas con el régimen sionista a principios de la década 70 (el año 1973), y desde entonces, el régimen sionista no tiene embajada en Cuba, e Israel tampoco alberga una misión diplomática cubana.
Durante los últimos 50 años, la nación caribeña ha apoyado la causa palestina en sus posiciones oficiales y, especialmente, ante los organismos internacionales y regionales. Este ideal (la causa palestina) reconoce el derecho de los palestinos a la autodeterminación, y a tener un Estado independiente.
Sobre los acontecimientos ocurridos en Gaza, desde el pasado 7 de octubre, el Ejecutivo cubano ha ratificado su apoyo a la nación palestina, y en particular, a la población oprimida del enclave, y condenado el genocidio y los crímenes cometidos por el ejército sionista. Diariamente se celebran manifestaciones antisraelíes y anti-estadounidenses, convocadas por universitarios, escolares y otras clases de la sociedad en toda la Isla. El gobierno cubano achaca la culpa —del conflicto— a la Administración estadounidense y cree que, si no fuera por el apoyo de Estados Unidos, Israel no podría resistir ante los palestinos de ninguna manera. Por eso, siempre han apoyado la causa palestina.
Recientemente, el sr. Díaz-Canel, participó, junto a su esposa y muchas de las autoridades de alto rango del país, en una marcha en La Habana, en apoyo a la nación palestina y Gaza. Supongo que esa fue la primera vez que el presidente de un país latinoamericano asistió a una marcha en defensa de la causa palestina. Por lo tanto, las relaciones de Cuba y Palestina, son tradicionales y profundas, y ellos apoyan la causa palestina.
Ya van 31 años consecutivos en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la resolución de la necesidad de poner fin al bloqueo económico impuesto por EE.UU. contra Cuba. Durante estos años, casi todos los países miembros de la organización (193) han apoyado a Cuba, y votado a favor de la resolución, y solo dos han votado siempre en contra; uno es EE.UU. que ha impuesto los embargos, y el otro, es el falso régimen sionista, lo que indica, de la mejor forma, en qué situación se encuentran las relaciones de Cuba e Israel.
¿Cuáles son los otros puntos destacados sobre el reciente encuentro entre el presidente cubano y el ayatolá Jameneí?
Quiero mencionar un punto. Esta reunión transcurrió en un ambiente cordial y cálido. Cuba considera al Líder de la Revolución Islámica como una destacada figura revolucionaria en la historia del mundo contemporáneo. El Sr. Díaz Canel calificó de un orgullo el encuentro con el ayatolá Jameneí, y afirmó que llevaba muchos años esperando y deseando este momento. Destacó, también, la postura revolucionaria que comparten ambas naciones —hacia los avatares internacionales—.
Asimismo, un clima emocional reinó durante el encuentro cuando ambas partes, siendo dos revoluciones, compartieron sus puntos de vista sobre los acontecimientos del sistema internacional, y los asuntos regionales. A mi parecer, la cercanía de las posiciones de ambos lados es muy importante. El Sr. Díaz-Canel se sentó en el mismo asiento que Fidel Castro —durante el encuentro que mantuvo con el Líder de la Revolución Islámica hace 22 años—. El mandatario cubano repitió todo lo que había planteado Castro en esa visita, y esto realmente creó un ambiente muy positivo.