«El mundo está hoy conmovido por la lucha de la gente de Gaza, de la gente de Palestina. El mundo ve a esa gente como héroes. Ve como héroes tanto a su gente como a sus combatientes, a su grupo de resistencia. Son héroes. Algo interesante es que las gentes del mundo reconocen dos cosas a la vez respecto de la gente de Gaza, de Palestina: una, la opresión que sufren; y dos, que son ellos los vencedores. El mundo entero reconoce que, a la vez que sufren opresión, son ellos los vencedores. No hay hoy nadie en el mundo que se figure que el pérfido y usurpador régimen sionista ha triunfado en la guerra de Gaza, sino que todos dicen que ha fracasado. Al contrario: a ojos de las gentes y los políticos del mundo, a ojos del común de la gente del mundo — musulmanes como no musulmanes —, el régimen usurpador, a la vez que es tiránico, que es un lobo sediento de sangre, que es despiadado, está también vencido y derrotado, desesperado y descompuesto» (