«Sacar a la gente de la palestra, arrastrar a la gente fuera del campo de batalla, de la contienda, del combate. ¿Qué política es esa? La política de los enemigos de la Revolución Islámica. Esa es la política de EE. UU., de los poderosos del mundo, de los sionistas y de las empresas explotadoras sionistas en el mundo entero (...). Se esfuerzan por sacar a la gente de la liza. Eso que ustedes ven que, al abordarse si se participa o no en las elecciones, [algunos digan]: “No, total ¿para qué?”, no es algo baladí. Se trata de la misma política estratégica de EE. UU.; es la misma política estratégica de los enemigos de la Revolución Islámica. La ausencia de la gente del escenario político, la ausencia de la gente en la batalla cultural, la ausencia de la gente de las lides económicas y la ausencia de la gente de los escenarios religiosos son política estratégica del enemigo (...). La presencia de la gente en la palestra—que forma parte de las necesidades incontestables de la buena administración del país, del progreso de la Revolución Islámica y de que esta fructifique y alcance sus objetivos—, debe promoverse. Quienquiera que tenga voz, quienquiera que hable con elocuencia, quien tenga un público, quien sea capaz degenerar un impacto debe trabajar en ese terreno:“Y se aconsejan unos a otros lo justo”(Sagrado Corán, 103:3). Esto es justo.» (09/01/2024