Un aspecto fundamental de lo que yo he visto en la exposición y lo que decían resumidamente los caballeros es la existencia de capacidad de innovación. La capacidad de innovar es algo que no tiene cualquiera. Puede innovar la fuerza de trabajo de élite, y nosotros en nuestro país tenemos esa inmensa riqueza. Luego, algunos países de nuestra región pretenden convertirse, antes de tal año, en la economía con el puesto tal del mundo. Pero solo con dinero no puede uno alcanzar ese puesto en economía. Hacen falta recursos humanos. ¿Y dónde están sus recursos humanos? No los tienen. Lo que puede recorrer los caminos difíciles y llevar al país a la cima es, antes que nada, una mano de obra capaz y de élite. En este sentido, nosotros poseemos una riqueza inmensa. Hasta donde yo sé, apenas hay algún país a nuestro alrededor que disponga de esa riqueza y esa bendición en la misma medida que nosotros. Podemos estar seguros de que esa enorme capacidad que nosotros poseemos —estoy hablando de la enorme capacidad en recursos humanos— puede mejorar la situación del país muchísimo más que en la actualidad y resolver escollos en las grandes cuestiones del país (...).

Nosotros, por supuesto, tenemos problemas en política exterior, está el embargo y hay hostilidades diversas, pero todo eso mismo puede ser una oportunidad para nosotros. Ayer, uno de los caballeros que estaban en la exposición me dijo: “Nos sancionaron y logramos alcanzar la autosuficiencia. Nos amenazaron y conseguimos alcanzar la seguridad”. Es una observación correcta. Por más que el embargo es perjudicial y no cabe duda de que crea problemas, puede ser aprovechado como una oportunidad, como han hecho en algunos aspectos nuestro país, nuestros jóvenes, nuestra gente y nuestros actores económicos, obteniendo progreso científico. Si nos hubieran vendido armas, no habríamos llegado a donde hemos llegado hoy en el campo del armamento. Si no nos hubieran desconectado uno a uno de los satélites en el espacio, privándonos de satélites espaciales, hoy no habríamos lanzado al espacio, por ejemplo, el satélite Soraya. No habríamos tenido necesidad, porque ya estaría ahí. Es el embargo lo que ha hecho que podamos hacer esas cosas y, si Dios quiere, que podamos aprovechar día a día, cada vez más, esas oportunidades. Quiera Dios Altísimo darles suerte. Yo rezaré por ustedes, Dios mediante.