Las novedades sobre los crímenes perpetrados por el régimen sionista en Gaza, se transmiten casi a diario en los programas informativos. Así que, la crisis en Gaza, se ha convertido en uno de los temas más recurrentes en sesiones informativas, análisis políticos y debates de expertos. Entre las preguntas más importantes al respecto, se encuentra la solución para salir de la actual crisis en Gaza, y el fin de la matanza y la destrucción generalizada en el enclave.

A la hora de revisar la actual situación en la geografía de la Palestina ocupada, con un enfoque computacional y método lógico, parece haber, al menos, dos escenarios y varias hipótesis para salir de la crisis en Gaza.

Para detener los bombardeos y la matanza generalizada en Gaza, se pueden considerar dos escenarios generales: El primero, es que una voluntad interna, emanada del conflicto, disuada al régimen sionista de continuar los ataques, y el segundo es que, una voluntad externa, que sea del exterior de los territorios ocupados, obligue al régimen ocupante a tomar esta decisión.

En el primer caso, se pueden imaginar dos suposiciones: Una, es suponer que las autoridades del régimen sionista lleguen a la conclusión de que es necesario detener las ofensivas militares a Gaza, y buscar una salida de la actual situación a través de otras herramientas como la solución política. La segunda hipótesis es que, la resistencia del pueblo de Gaza y la lucha del movimiento HAMAS, obliguen al régimen sionista a poner fin a los bombardeos implacables.

Las declaraciones de las autoridades del régimen sionista y su decisión anunciada oficialmente sobre continuar los ataques a Gaza[1] , muestran que no existe ninguna voluntad seria para poner fin a los bombardeos y la matanza de hombres, mujeres y niños en la Franja. Como resultado, la primera hipótesis no puede considerarse una opción lógica, y es poco probable que ocurra. La resistencia del pueblo de Gaza y de HAMAS (en la segunda hipótesis) ha sido, hasta ahora, un factor importante en el fracaso del régimen sionista a la hora de alcanzar sus objetivos declarados. Asimismo, las tensiones entre las autoridades[2] y las críticas dentro del gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu[3] ponen de manifiesto que la entidad sionista enfrenta desafíos internos por su incapacidad de vencer a los gazatíes y HAMAS. En esta línea, el diario Wall Street Journal describió la situación vigente en la cúpula gobernante israelí diciendo que “el gabinete de guerra de Netanyahu está luchando contra sí mismo”[4]. Por lo tanto, no es improbable que, con la continuación de la resistencia y la lucha en Gaza, las consideraciones del régimen sionista cambien y se detengan los implacables bombardeos israelíes.

En el segundo caso, se considera imponer una voluntad externa al régimen sionista y obligarlo a cesar los bombardeos. Para este escenario, hay varias hipótesis. Una, implica ejercer presión a través de instituciones y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde se impondría al régimen el cese de los ataques mortales contra las infraestructuras, edificios y el pueblo inocente de Gaza, al ser catalogado como criminal por la comunidad internacional. El veto de múltiples resoluciones de las Naciones Unidas, por parte de Estados Unidos[5], por un lado, y las posiciones débiles e ineficaces de la Corte Internacional de Justicia[6], por otro, no solo refutan esta hipótesis, sino que el aumento de la ayuda financiera y militar de Washington a Israel[7] , sugiere más fuertemente la posibilidad de que EE.UU. haya definido sus propios intereses en la continuación y exacerbación de la tensión y la crisis —en Gaza y la región—.

Otra hipótesis, en el segundo escenario, es perseguir el cese de los ataques por parte de países y actores internacionales de manera individual. En otras palabras, si los aliados del régimen sionista, en particular, el Reino Unido, Alemania y Francia, utilizan herramientas como declaraciones oficiales, amenazas de ruptura de lazos y cese de diversos tipos de ayuda al régimen sionista para presionarlo, y si países islámicos importantes como Arabia Saudí, Egipto y Turquía, entre otros, cortan todos sus contactos y relaciones efectivas con la entidad sionista, entonces se puede tener esperanza en poner fin al terrible estancamiento y la matanza en Gaza. Sin embargo, esta hipótesis es refutada por distintas razones. Por ejemplo, mientras persista el apoyo público de Estados Unidos al régimen sionista, los países europeos que siguen, en gran medida, la línea de Washington en cuestiones vinculadas a Asia Occidental, y cuyos apoyos verbales y prácticos a Israel respaldan esta idea, no darán pasos efectivos para detener los crímenes de los sionistas en Gaza. En cuanto a los países islámicos, algunos como Egipto, debido a sus características geográficas, pueden tener un impacto unilateral a favor del régimen sionista. Otros, como Arabia Saudí y Turquía, por razones como su liderazgo entre varios países islámicos, su papel como guardianes de los Lugares Sagrados del Islam, su historial civilizatorio y su credibilidad en el mundo islámico, pueden influir en las relaciones y la cooperación de los Estados musulmanes con Israel, y ejercer presión sobre dicho régimen. Este punto de vista, en que los países islámicos deberían apoyar plenamente a los oprimidos y a los que sufren injusticias, según los textos explícitos del Sagrado Corán, y usar los recursos disponibles para contrarrestar al régimen sionista, es una expectativa lógica y razonable. El Líder de la Revolución Islámica —el ayatolá Seyed Ali Jamenei— ha enfatizado, una y otra vez, este tema[8] en sus alocuciones e incluso ha criticado a los líderes de los países islámicos[9] por no acatar las directrices del Sagrado Corán en asuntos relacionados con Gaza. Sin embargo, a pesar de algunas posturas y duras retóricas de algunos países islámicos contra el régimen sionista, aún no se ha tomado una acción contundente y tampoco se han roto las relaciones en varios ámbitos, especialmente, en política y economía con el régimen opresor, y el mundo islámico sigue siendo testigo del derramamiento de sangre del pueblo inocente de Gaza y la destrucción generalizada de su territorio.

Por lo tanto, esta hipótesis tampoco tiene una perspectiva esperanzadora, y no se puede ser muy optimista al respecto.

La tercera hipótesis, en el segundo escenario, es la posibilidad de que el régimen sionista reconsidere su campaña despiadada de agresiones, debido a los daños sufridos por el apoyo práctico y efectivo de los grupos de la Resistencia en la región. El Frente de la Resistencia, centrado y respaldado por la República Islámica de Irán, está atacando al régimen sionista desde varios frentes, de manera coordinada, e independiente. Tras la victoria de la Revolución Islámica, Irán se convirtió en el principal partidario de los combatientes anti-sionistas en la región. Hezbolá en Líbano, seguido por la Resistencia Islámica en Palestina, y luego en Irak, Siria y Yemen. Gracias a este apoyo, Hezbolá en Líbano, la Resistencia en Irak y Ansarolá en Yemen, han llevado a cabo hoy las acciones más efectivas, en respuesta al ataque brutal del régimen sionista a Gaza, que prácticamente han cambiado el equilibrio de la crisis. El lanzamiento casi diario de misiles, proyectiles y cohetes, desde Líbano hacia el norte de los territorios invadidos por Israel, las ofensivas de la Resistencia Islámica de Irak contra las bases del régimen sionista, y lo más importante, los graves daños causados al transporte y comercio marítimo de Israel en el mar Rojo por parte de la Resistencia yemení, ponen de relieve que esta hipótesis es lo suficientemente capaz de forzar a la entidad sionista a tomar algunas decisiones —no deseadas—.

Un tercer escenario podría ser, también, una combinación de voluntad interna y presión externa que obligue a Israel a poner fin a la masacre del pueblo de Gaza. De hecho, la combinación de la segunda hipótesis del primer caso, y la tercera hipótesis, del segundo caso es, una opción que, hasta ahora, ha demostrado ser efectiva. La presión interna sobre el régimen sionista, debido a la resistencia y la lucha de Gaza, así como la presión externa por parte de los partidarios de la Resistencia y el pueblo de Gaza, es decir, el Frente de la Resistencia, ha sido la herramienta militar más efectiva contra el régimen sionista y ha demostrado que la filosofía del Líder de la Revolución Islámica sobre la necesidad de “formar un Frente de la Resistencia” para “contrarrestar la continua y permanente injusticia cometida por los criminales sionistas” hasta qué punto es convincente y sólida, y la única salida de la crisis actual a favor del mundo islámico.


[1] https://www.reuters.com/world/netanyahu-address-us-republican-senators-after-speech-by-democrat-schumer-source-2024-03-20/

[2] https://www.al-monitor.com/originals/2024/03/tensions-israel-war-cabinet-gaza-conflict-rages

[3] https://www.haaretz.com/israel-news/2024-03-04/ty-article/.premium/as-gantz-gallant-defy-netanyahu-its-not-just-the-far-right-that-hold-power-over-the-pm/0000018e-0b13-d9cb-afdf-0b9fe0070000

[4] https://www.wsj.com/world/middle-east/netanyahus-war-cabinet-is-at-war-with-itself-a2b06bee

[5] https://www.nytimes.com/2024/03/22/world/middleeast/us-cease-fire-resolution-vetoes.html

[6] https://www.theguardian.com/commentisfree/2024/jan/28/icj-israel-gaza-ruling-genocide

[7] https://www.cfr.org/article/us-aid-israel-four-charts

[9] https://english.khamenei.ir/news/10575/Most-effective-way-to-stop-Israel-s-crimes-in-Gaza-Muslim-countries