«Dios maldiga al régimen usurpador sionista, que en este bendito mes de Ramadán no solo no ha dejado de matar mujeres, niños y gente indefensa, sino que incluso ha intensificado sus matanzas. Los gobiernos occidentales han ayudado y prestado apoyo siempre al régimen usurpador sionistas a lo largo de todos estos largos años, lo han respaldado en los foros mundiales y le han proporcionado ayuda de todo tipo; (...) en especial, el arrogante y tiránico gobierno de Estados Unidos, así como el de Inglaterra. En los acontecimientos de este año, los gobiernos occidentales han mostrado al mundo a las claras la naturaleza maligna de la civilización occidental (...). En los hechos de estos últimos seis meses en relación con Gaza, con Palestina, los gobiernos occidentales han colocado ellos mismos esa naturaleza maligna ante los ojos del mundo entero. Han mostrado el tipo de civilización que es esa: matan niños en los brazos de sus madres, matan enfermos en los hospitales. No son capaces de vencer a la Resistencia y a sus hombres, por lo que arremeten contra las familias, contra los niños y los inocentes, contra los viejos. A treinta y tantos mil seres humanos indefensos han matado en estos seis meses. ¿Dónde están esos que ensordecen al mundo con su discordante cantinela sobre derechos humanos? ¿Dónde están? ¿Por qué no ven estas cosas? ¿O estos no son seres humanos? ¿No tienen derechos?» (