Una parte importante del discurso del Líder de la Revolución Islámica:
La cuestión de Gaza es hoy la cuestión principal en el mundo, a nivel internacional. Por más cosas que hacen los sionistas y sus valedores estadounidenses y europeos para sacar la cuestión de Gaza del orden del día de la opinión pública mundial, no lo consiguen. Vean ustedes esas universidades de Estados Unidos. Cada día (…), hoy leía otra vez en las noticias que se han sumado varias universidades más; en Australia, en Europa, en distintos países europeos. Eso quiere decir que los pueblos son sensibles a la cuestión de Gaza. Es la cuestión principal del mundo. No debemos dejar que esta cuestión salga de la mirada pública internacional de las gentes del mundo; que deje de ser cuestión principal. La presión sobre el régimen sionista debe aumentar día a día [gritos de “¡muerte a Israel!” entre los asistentes].
Hay algo a lo que se debe prestar bien atención. Hoy en día, el mundo entero está viendo la conducta del régimen sionista: treinta y tantos mil muertos en seis meses, de los que al menos la mitad son mujeres y niños. Esto no es cosa baladí, no es poca cosa. Tanta crueldad, tanta barbarie, que ese perro rabioso arremeta contra los niños palestinos y contra los enfermos, los ancianos, las mujeres… Bien, esta es una de las cosas que han validado la postura invariable de la República Islámica a ojos de la gente del mundo [gritos de “¡el régimen sionista debe desaparecer!” entre los asistentes]. La validez de esa postura constante de la República Islámica de Irán ha quedado demostrada. ¿Por qué? Hace décadas que la República Islámica dice “muerte al régimen sionista”. ¿Y por qué? Es eso lo que ha quedado validado. Se ha mostrado al mundo entero que la República Islámica tenía razón; que el pueblo de Irán tenía razón. En esta gran prueba, [el régimen sionista] ha mostrado su naturaleza pérfida y maligna. La rectitud de la República Islámica ha quedado demostrada.
Otro motivo de reflexión es la conducta de Estados Unidos. Observen ustedes la transacción que están haciendo los norteamericanos y los organismos que dependen de ellos con su oposición verbal a Israel. Los estudiantes de las universidades de Estados Unidos ni han hecho destrozos, ni han coreado consignas destructivas, ni han matado a nadie, ni han prendido fuego a nada, ni han roto un solo cristal… ¡y así los están tratando! [gritos de “¡muerte a Estados Unidos!” entre los asistentes] Esa conducta de los estadounidenses ha mostrado la validez de la postura de la República Islámica, en su recelo respecto de Estados Unidos. En definitiva, ha venido a respaldar esto de “muerte a Estados Unidos” que dicen ustedes. Ha mostrado a todos que Estados Unidos es cómplice. ¡Es cómplice! Puede que digan algo alguna vez, como por compasión y tal. Es marrullería. Es falso. Lo que ve uno en la práctica indica la colaboración y complicidad de Estados Unidos en ese gran crimen, en ese pecado imperdonable junto al régimen sionista. Son cómplices. ¿Cómo se puede ver con buenos ojos a semejante régimen? ¿Cómo se puede? ¿O cómo se puede confiar en su palabra?
El siguiente asunto concierne a la situación en curso en Palestina. A nuestro juicio, mientras Palestina no vuelva a sus dueños, el problema de Asia Occidental no se resolverá [exclamaciones de Al-Lahu akbar entre el público]. Incluso si se esfuerzan veinte o treinta años más por mantener ese régimen en pie, algo que Dios mediante no podrán hacer, no se resolverá el problema. El problema se resolverá cuando Palestina vuelva a sus dueños, es decir, al pueblo de Palestina. Palestina pertenece al pueblo palestino, en el cual hay musulmanes, hay cristianos y hay también judíos. De ellos es Palestina; que se la devuelvan para que formen ellos su propio régimen, su propio sistema, y luego ese sistema decidirá cómo tratar con los sionistas; si los echa, si los mantiene. Que decidan ellos. Esa es la solución que publicamos nosotros hace ya años y que, al parecer, se registró en Naciones Unidas; y ahora seguimos insistiendo en ella. Mientras eso no suceda, el problema regional de Asia Occidental no se resolverá. Algunos se imaginan que, si van y obligan a los países del entorno a normalizar sus relaciones con el régimen sionista, se resolverá el problema. Pues no, se equivocan. Pongamos que distintos países de por aquí —principalmente, países árabes— normalizan sus relaciones con el régimen sionista. Eso no resolverá el problema; lo dirigirá hacia esos mismos gobiernos. Esos gobiernos que hayan ignorado estos crímenes y, pese a darse esos crímenes, hayan trabado amistad con ese régimen verán a sus pueblos arremeter contra ellos. Igual que los pueblos de la región están hoy en contra del régimen sionista, ese día estarán en contra de sus propios gobiernos. El problema no se resolverá. Palestina tiene que devolverse a los palestinos.