«Algunos se imaginan que, si van y obligan a los países del entorno a normalizar sus relaciones con el régimen sionista, se resolverá el problema. Pues no, se equivocan. Pongamos que distintos países de por aquí —principalmente, países árabes — normalizan sus relaciones con el régimen sionista. Eso no resolverá el problema; lo dirigirá hacia esos mismos gobiernos. Esos gobiernos que hayan ignorado estos crímenes y, pese a darse esos crímenes, hayan trabado amistad con ese régimen verán a sus pueblos arremeter contra ellos. Igual que los pueblos de la región están hoy en contra del régimen sionista, ese día estarán en contra de sus propios gobiernos. El problema no se resolverá. Palestina tiene que devolverse a los palestinos» (