«Nosotros consideramos nuestra relación con los hermanos libaneses y con el Sr. Seyed Hasan Nasralá como una relación de parentesco y de fraternidad», ha insistido el Líder de la Revolución Islámica.

Su Eminencia ha lamentado el accidente como causa de la pérdida de «una figura sobresaliente” y ha añadido que dicha pérdida «es dura para nosotros, pero, por la gracia de Dios, el pueblo de Irán se valdrá de este penoso suceso como de una oportunidad, del mismo modo que en años anteriores se generaron oportunidades a partir de acontecimientos también duros».

Valorando la asistencia popular a las honras fúnebres del difunto presidente Raisí y sus acompañantes, el Líder de la Revolución Islámica ha estimado que, «gracias a Dios, nuestro pueblo está en pie y despierto, nuestra confianza y entrega a Dios Altísimo son elevadas y, si Dios quiere, el pueblo iraní se beneficiará de este suceso».

El ayatolá Jameneí se ha congratulado asimismo por la solidaridad reinante entre los grupos de la Resistencia del Líbano y, corroborando palabras del Sr. Berri sobre una guerra «existencial» en la región, ha considerado que las actuales circunstancias de la región son tales que «se trata de vida o muerte tanto para el enemigo sionista como para el bando del bien».

«La intervención del Líbano en estos sucesos de Palestina y de Gaza ha tenido un efecto profundo. Si no se hubiera llevado a cabo, indudablemente el mayor perjuicio lo habría sufrido el propio Líbano», ha subrayado.

A su vez, el presidente de la Cámara libanesa ha expresado el «profundo malestar y tristeza del pueblo y el gobierno del Líbano» por el trágico incidente del domingo y ha declarado: «Vemos la herida sufrida por nuestros hermanos iraníes como una herida infligida a nosotros mismos, y era nuestro deber acudir a Teherán en representación del gobierno y el pueblo libaneses».

Respecto a la situación regional y la guerra de Gaza, Nabih Berri ha calificado esta última de «guerra existencial», a lo que ha agregado: «El Líbano no podía permanecer en silencio ante la matanza de la población de Gaza. Por eso, la Resistencia libanesa entró en acción para ayudar a la gente de Gaza, y consideramos la detención de la guerra en Gaza la condición primera para que cambien las circunstancias actuales».