Una parte de las declaraciones del Líder de la Revolución Islámica en el encuentro con el jefe de la dirección política del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamás), Ismail Haniye

Dios Altísimo hizo dos promesas a la madre del profeta Moisés: «En verdad, Nosotros te lo devolveremos y haremos de él uno de los Mensajeros» (Sagrado Corán, 28:7); esas dos promesas. Después, en «así lo devolvimos a su madre, para que ella se alegrase y no estuviese triste y para que supiese que la promesa de Dios es verdadera» (28:13), la promesa de la que Dios quería que la madre de Moisés supiera que era verdadera no era la de su devolución, puesto que él ya había vuelto y ella veía la promesa cumplida, sino la segunda: «Y haremos de él uno de los Mensajeros». La primera promesa era para que la madre de Moisés entendiera que, ya que esa, «lo devolvimos a su madre», se había cumplido, la otra se cumpliría también.

La primera promesa de Dios a ustedes se ha cumplido: «¡Cuántas veces un grupo reducido ha vencido a un grupo numeroso, con el permiso de Dios!» (2:249). Ustedes son un «grupo reducido» y han logrado vencer al grupo numeroso: el grupo numeroso es Estados Unidos, es la OTAN, es Inglaterra y algunos más. Por tanto, esa otra promesa que es la desaparición de Israel se cumplirá también: la conformación de Palestina, desde el río hasta el mar (...).

La extraordinaria resistencia del pueblo de Gaza es causa de asombro en el mundo. ¿Quién hubiera creído que un día, en las universidades de Estados Unidos, se gritarían consignas a favor de Palestina y se enarbolaría la bandera palestina? ¿Y quién hubiera creído que un día, en Japón, se corearía «¡muerte a Israel!» en persa, a favor de Palestina? Pues igualmente es posible que, en el futuro, sucedan cosas en relación con la causa palestina que hoy resultan increíbles.