Los siguientes tres párrafos son parte del mensaje del Líder de la Revolución Islámica, ayatolá Jameneí, a los peregrinos de la Casa de Dios:

 

«La inmensa concentración humana y la complejidad de los ritos del Hach serán, siempre que se observen con atención, fuente de fortaleza de ánimo y de seguridad para el musulmán y de temor y sobrecogimiento para el enemigo y el malevolente».

«Usted, hermano o hermana que acude al Hach, está ahora en el campo de práctica de esas resplandecientes verdades y enseñanzas. Acerquen al máximo su pensamiento y sus actos a ellas y regresen a casa con recobrada identidad, fusionada con esas nociones sublimes. Ese será su valioso y verdadero regalo de recuerdo de su viaje de peregrinación al Hach».

«El rechazo de este año debe extenderse, más allá del tiempo y el lugar del Hach, a los países y ciudades en que hay musulmanes y a todos los lugares del mundo y, más allá de los peregrinos del Hach, trasladarse a la totalidad de las gentes».