«¿Cómo actuamos frente a una gran desgracia? ¿Cómo se reacciona frente a las desgracias, ya sean personales o nacionales? Una manera de reaccionar consiste en que, frente a la calamidad, uno se deprima, se aísle y, en definitiva, sea derrotado por la calamidad y pierda la esperanza. Esa es una forma de reaccionar frente a las calamidades. Otro modo de reaccionar a las calamidades es mantenerse firmes ante ellas; en definitiva, eso mismo a lo que se alude en el Corán como sabr [paciencia, aguante]. Sabr significa mantenerse firme ante las calamidades; ser pacientes e incluso, además de ser pacientes, hacer de la calamidad una oportunidad, actuar con heroísmo, lograr resultados gratos a partir de un acontecimiento penoso» (