«Otro aspecto destacado que había en él era su franqueza al dar a conocer sus posiciones revolucionarias y religiosas. Lo de hablar con ambigüedades o andarse con miramientos, pensando que tal persona, tal grupo o tal personalidad podrían molestarse si uno expresa a las claras sus posiciones revolucionarias, son cosas que no había en él. En otras palabras, expresaba con franqueza sus posiciones revolucionarias, en las que creía y a las que era fiel. En la primera entrevista que dio, le preguntaron sobre la relación con tal país, sobre si iba a establecer relaciones, y él dijo: “¡No!”. Así de claro, sin ninguna consideración, circunloquio ni cuestiones accesorias. No, él era franco» (07/07/2024).