«Otro rasgo que lo caracterizaba —y esto, en fin, es algo que saben todos, de lo que todos se dan cuenta y lo han visto— es que era infatigable en el trabajo. Yo le aconsejaba repetidamente que descansara un poco. Le ponía ejemplos de casos en que [algunas personas] no habían descansado y luego se habían visto en apuros. Le decía que descansara un poco, aunque fuera por su propio trabajo en el futuro, o de lo contrario en algún momento caería rendido y ya no podría trabajar. Repetidamente [se lo decía]. Él siempre respondía que a él trabajar no lo cansaba, y realmente parecía como si no se fatigase. Se quedaba uno atónito. Llegaba de madrugada de un viaje al extranjero y, temprano de mañana, estaba ya en tal lugar, pongamos Karach o algún otro sitio, manteniendo un encuentro público con la gente o una reunión para tratar distintos asuntos. Eso son cosas muy importantes» (07/07/2024).