«Otra cosa que ha sido perceptible este año en las olimpiadas es la política de doble rasero de los países que rigen los asuntos del deporte internacional. Mostraron verdaderamente que su conducta se rige por políticas tendenciosas de doble rasero. Excluyen a tal Estado, a tal país por haber iniciado una guerra en tal sitio, pero al régimen sionista, que ha matado a millares de niños, que ha matado a más de 41.000 personas a lo largo de cerca de un año, a ese no lo excluyen de los juegos. Eso es una política de doble rasero. Es tendencioso. Es lo mismo que decimos siempre, y que algunos consideran una exageración. No hay exageración. Dicen que el deporte no es político, cuando son ellos los que más introducen y exhiben móviles políticos en el deporte» (