«El Hezbolá libanés, al intervenir en defensa de Gaza y exponerse a estos amargos percances, está realizando un Yihad por la causa de Dios (...). El enemigo tiene dinero, armas, medios y propaganda a escala mundial. El bando opuesto, los creyentes, los combatientes por la causa de Dios, no disponen ni de una centésima parte de esos medios y, sin embargo, la victoria es del bando que combate por la causa de Dios. Es la Resistencia palestina quien vencerá. Es Hezbolá quien vencerá. Hasta hoy, la victoria ha estado del lado de Hezbolá y de las fuerzas de la Resistencia. Indicio de ello son las matanzas de gente (...). Si [el sionismo] hubiera podido derrotar a los combatientes, no tendría necesidad de mostrar al mundo ese feo y negro rostro cometiendo esos crímenes contra las casas, las escuelas, los hospitales, los hijos, mujeres y niños. Como no han podido vencer a la Resistencia, se ven obligados irremediablemente a simular que están venciendo atacando a mujeres, a niños, a gente indefensa, a coches en la carretera, escuelas y hospitales. Así que hasta ahora han fracasado» (