Los heridos en los recientes sucesos del Líbano han sido enviados a Irán para completar su tratamiento médico y son de diversas edades, habiendo entre ellos incluso bebés, niños pequeños y adolescentes.

Pese al dolor y a los distintos daños físicos sufridos, los heridos en los crímenes de la banda terrorista del régimen sionista recibieron a los hijos del Líder de la Revolución Islámica con calidez, en un ambiente amistoso y espiritual.

En su visita, los hijos del ayatolá Jameneí, además de interesarse ante los responsables pertinentes por los detalles del proceso curativo de los heridos, transmitieron a estos el saludo del Líder de la Revolución Islámica.

A pesar de sus lesiones físicas, los combatientes y sus acompañantes se hallaban en buena disposición y buen estado anímico y espiritual, y pidieron a los hijos del Líder de la Revolución Islámica que, además de hacerle llegar el saludo de los combatientes y sus plegarias por la victoria del Frente de la Resistencia, le dieran la íntima seguridad de que la santa lucha contra el régimen sionista continuará sin detenerse pese a todos los recientes amargos acontecimientos, incluso pese al martirio de Seyed Hasan Nasralá.

Insistieron en que, pese a haber perdido a una figura querida con el martirio de Seyed Hasan Nasralá, perdura la sombra y amparo del ayatolá Jameneí como padre espiritual de la Resistencia islámica del Líbano, y la lucha proseguirá bajo su liderazgo y guía.

Durante la visita se hizo obsequio, de parte del Líder de la Revolución Islámica, de regalos de cariz espiritual, como un Noble Corán y una nota dirigida especialmente por el ayatolá Jameneí a los heridos y los combatientes de la Resistencia islámica.

El texto de la nota del ayatolá Jameneí para los combatientes heridos de la Resistencia reza como sigue:

En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso.

¡Queridos míos!

Han salido ustedes de una prueba divina con la cabeza alta.

El aguante y la resiliencia de ustedes constituye uno de los mayores Yihad.

Pido a Dios Altísimo por su sanación, su bienestar y su buen fin.

Seyed Alí Jameneí

30 de septiembre de 2024