«Hoy ya no engañan a nadie los derechos humanos estadounidenses que se pregonan por distintos canales. Esa situación que hay hoy en el Líbano, esa situación que hay en Gaza, esa situación que hay en Palestina, ese crimen que están perpetrando los agentes del régimen sionista en esta región con ayuda de Estados Unidos, con intervención de Estados Unidos, con participación de Estados Unidos, no permite ya que nadie en el mundo reconozca o apruebe los supuestos, errados y absurdos derechos humanos estadounidenses. Los derechos humanos ya no significan nada. Quienes postulan los derechos humanos pese a estos crímenes llaman «terroristas» a grandes seres humanos, a figuras resplandecientes como Seyed Hasan Nasralá, como Haniyeh, como Soleimaní, como el resto de grandes mártires, cuando son ellos mismos la banda terrorista. Son ellos mismos la banda criminal. Eso lo está entendiendo hoy el mundo. Gracias a Dios, lo han entendido, lo han comprendido» (