«El Nobilísimo Profeta [del Islam] escribió una carta a Nayashí (...). Yo he visto la carta y, en ella, el Profeta menciona el bendito nombre de Cristo. En esa carta, el Nobilísimo Profeta no dice que Cristo es profeta y no otra cosa. ¡Es extraño! En esa carta, dice que él cree en que el Cristo es espíritu de Dios, procedente del soplo del espíritu divino, igual que era Adán. Y nombra también a su bendita madre (...). Lo que dice es lo que aparece y se recalca en el Corán: que procede del espíritu de Dios y del soplo divino dentro de María (la paz de Dios sea con ella). En definitiva, ahí hay una lección para nosotros» (07/11/2024).