«De eso se trata cuando decimos: wa lau qatalakumu-l-ladina káfaru lawál·lawu-l-adbara zumma la yayiduna waliyan wa la nasiran (1); que no se refiere solo a aquella época, porque luego dice: Súnnata-l-Lahi-l-lati qad jalat min qablu wa lan táyidu li-súnnati-l-Lahi tabdilan (2). Es norma y costumbre de Dios. Tenían que vencer ellos y vencieron. Dondequiera que haya resistencia por parte de los buenos siervos de Dios, la victoria es segura» (

 

Notas

(1) «Y, si los que no creen os combaten, darán la espalda. Luego, no encontrarán quien los proteja ni quien los auxilie» (Sagrado Corán, 48:22).

(2) «Es la costumbre de Dios, que también existió en el pasado. Y no encontrarás cambios en la costumbre de Dios» (Sagrado Corán, 48:23).