«A pesar de las presiones externas, a pesar del embargo y a pesar de las amenazas con todavía más embargos que ustedes ven, el sector privado del país ha logrado alcanzar un nivel de progreso aceptable (...). En el terreno económico, el sector privado es uno de los ejemplos del progreso del país. Si observamos el campo de la ciencia y la investigación, también allá nos encontraremos con una situación similar (...). Un país que esté lidiando con embargos tiene que seguir esa línea y hacer de ella uno de los principios rectores de sus acciones. Hoy son ya unos cuantos los países del mundo sometidos a embargos por las potencias (...). El deber de un país sujeto a embargos es escudriñar al máximo sus propias capacidades internas, prestarles atención y aprovecharlas» (