«Plantar árboles es generar riqueza. Dentro de un tiempo, este retoño se convertirá en árbol. Si es un frutal, será riqueza de un tipo; y si es de madera, riqueza de otro», ha subrayado el ayatolá Jameneí.

Su eminencia ha señalado que plantar árboles es un factor clave para la salubridad del aire, ya que los árboles, cultivos y vegetales que Dios Altísimo hace crecer de la tierra influyen en la mejora del entorno de vida y del estado del aire.

«Los árboles y la vegetación aportan frescura y pureza al entorno vital. Además de los aspectos de la salud y el rendimiento económico, agradan a la vista y al corazón. Si hay verdor en el entorno vital, eso para el entorno anímico del ser humano es útil», ha resaltado.

Además, el Líder de la Revolución Islámica ha instado a que evitar la destrucción de los bosques y la transformación de las tierras de cultivo para otros usos.