«Creemos», dijo el Líder de la Revolución Islámica en la reunión, «que la relación entre la República Islámica de Irán y Arabia Saudí será beneficiosa para ambos países, que pueden complementarse el uno al otro».

Su Eminencia observó que la ampliación de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí cuenta con ciertos enemigos, y subrayó: «Hay que superar esas animosidades y nosotros estamos preparados para ello».

Tras hacer referencia a algunos de los avances logrados por Irán, el ayatolá Jameneí señaló que la República Islámica «está dispuesta a ayudar a Arabia Saudí en esos campos».

«Es muchísimo mejor que los hermanos de Asia Occidental colaboren y se ayuden mutuamente, y no que dependan de otros», insistió.

Por su parte, el ministro de Defensa saudí expresó en el encuentro —al que asistía también el mayor general Baqerí, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes— su gran satisfacción y dijo: «He venido a Teherán con el objetivo de ampliar las relaciones con Irán y cooperar en todos los campos, y esperamos que las discusiones constructivas que han tenido lugar den pie a relaciones más fuertes que en el pasado entre Arabia Saudí y la República Islámica de Irán».