«El trabajador posee dos importantes cualidades (...). La primera, que se esfuerza por ganarse el pan, el sustento vital, con su propio esfuerzo y de manera halal; no se convierte en una carga para los demás, no vive de lo ajeno, no depreda a nadie ni se apropia de lo que pertenece a otros. [Se gana el pan] con sus propias fuerzas (...). La segunda cualidad es que el trabajador satisface necesidades de otros. Ustedes producen bienes industriales, agrícolas y servicios para la gente, y los ponen a su disposición; es decir, contribuyen a la vida de otros. Desde un punto de vista humano, ambas cualidades son sumamente valiosas» (10/05/2025).