«Antes, [los sionistas] lanzaban una bomba y destruían una o dos casas, y quizá alcanzaban el martirio diez o quince personas; pues les pareció que no, que era poco. ¿Y qué hacen? Pues ahora crean un centro que llaman «de distribución de alimentos» —ya que a Gaza no entran productos de alimentación—, la gente se abalanza para conseguir allá comida, y ellos, con una ametralladora, ¡eliminan a diez veces más que antes con las bombas! Matar gente les salía caro, y lo han abaratado. Tenían que gastar bombas, y ahora gastan balas. Es sobrecogedor, realmente lo deja a uno perplejo lo vil, pérfido, cruel y malvado que puede ser un ser humano para ser capaz de algo así» (04/06/2025).