El ayatolá Seyyed Ali Jameneí, Líder Supremo de la Revolución Islámica se reunió con una congregación entusiasta de miles de peregrinos y vecinos del Santuario del Imam Ridha (P), en Mashhad, en el primer día del Año 1398 del calendario iraní (Hégira solar).
«Me gustaría felicitaros por el aniversario del natalicio del líder de la justicia y comandante eterno de los creyentes, Hazrat Ali ibn Abi Talib, quien es el verdadero Nouruz. Asimismo, deseo felicitarlo por la llegada del nuevo año y la fiesta de Nouruz», dijo Su Eminencia.
Durante su discurso, el Líder Supremo habló sobre cuatro temas, a saber, el año nuevo persa, los problemas de la República Islámica de Irán con los gobiernos occidentales; la economía y la consiga de este año 1398, y sobre los jóvenes del país, cuestiones del futuro y los asuntos de la Revolución Islámica.
El máximo cargo de Irán señaló: «Algunos han sugerido que este año es un año de amenazas, pero yo no lo creo en absoluto; más bien estoy convencido de que el año 1398, si Dios quiere, será el año de oportunidades, de productividad y logros y no de amenazas».
Su Eminencia refiriéndose a la consigna del nuevo año persa (el «Año del Auge de la Producción»), manifestó: «Si se logra un auge de la producción, habrá una enorme transformación en diversas áreas. Eso incidirá en el empleo y la inflación, el equilibrio del presupuesto y el aumento del valor de la moneda nacional, y tened en cuenta que todos estos son nuestros problemas económicos importantes».
De acuerdo al Líder Supremo, la República Islámica vive las mejores condiciones militares y defensivas, en comparación con otros países de la región del oeste de Asia, gracias a la independencia militar que ha logrado después de la victoria de la Revolución Islámica por las dificultades y sanciones impuestas desde el extranjero en su contra, en concreto de Estados Unidos.
Asimismo, enfatizó la necesidad de crear métodos de disuasión, además de los esfuerzos por derrotar al enemigo, lo que consideró como algo cierto en el futuro de Irán.
«Derrotaremos al enemigo, pero esto no es suficiente. Además de derrotar al enemigo, debemos emplear la disuasión», ha dicho para luego resaltar el requisito de «llegar a un punto de disuasión en el que el enemigo se dé cuenta de que no puede usar las fisuras económicas para dañarnos y presionarnos».
El ayatolá Jameneí dijo que, tras la salida unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear [alcanzado en 2015] por Irán y el Grupo 5+1, los europeos hubieran debido cumplir sus compromisos enfrentando a EE.UU., pero, hasta ahora no lo han hecho.
Su Eminencia destacó que del Occidente no se debe tener esperanza de ayuda, y destacó que respecto al tratado nuclear y el tratado económico, los europeos apuñalaron por la espalda a Irán, y si ofrecen ayuda, es en realidad, para satisfacer sus propios intereses.
«Pero no es algo particular para nosotros. No es que los occidentales se comporten así solo con la República Islámica de Irán. No es así. Los países occidentales se comportan así con todos los países a los que pueden acosar. Observad los tres siglos de colonialismo, el colonialismo de los países débiles. Los europeos aplastaron a cientos de millones de personas, destruyeron sus vidas y ejercieron una gran presión sobre ellos. Los europeos, en ese momento —los estadounidenses no estaban allí— colonizaban Asia, África y América Latina y absorbían sus recursos. Saquearon su riqueza, les impidieron hacer progresos científicos, prácticos y tecnológicos y los mantuvieron en el atraso. El fenómeno del colonialismo no nos era particular. Les sucedió a todos aquellos países que podrían ser acosados por esas potencias», agregó.
El Líder Supremo explicó que respecto a Irán, los europeos comenzaron a lanzar sus golpes desde la mitad de la era de Qajar, y reiteró: «En las guerras entre Irán y Rusia, los ingleses traicionaron a Irán. Entraron en escena como mediadores, pero nos apuñalaron por la espalda. Actuaron de la misma manera en el tema del monopolio del tabaco y en el tema de Amir Kabir y la forma en que lo trataron. Fueron las presiones de las embajadas inglesas y europeas en Teherán las que obligaron al tonto rey a derramar la sangre de Amir Kabir, eliminando así a un hombre que podría haber transformado Irán. Se comportaron de la misma manera en el tema de llevar el régimen dictatorial de Reza Jan al poder. Los europeos y los estadounidenses se comportaron de la misma manera en el tema de eliminar al gobierno de Mosaddeq. Actuaron de la misma manera en diferentes asuntos económicos, políticos y de seguridad, sobre el tema de la guerra impuesta y después sobre el tema de las sanciones. No debemos olvidar estos acontecimientos».
El ayatolá Jameneí dijo que en general, este es el resultado de un extenso estudio y agregó: «Se basa en nuestras propias experiencias y en las de los demás. Os diré que la política y el poder en Occidente y en los países occidentales, principalmente los Estados Unidos y los países europeos, son opresivos, intimidatorios, ilógicos y codiciosos. (Sus autoridades) no saben nada de lógica. La lógica no está en su vocabulario. En el fondo, los políticos occidentales son individuos salvajes en el verdadero sentido de la palabra. Vosotros no os debéis sorprender por esto. Ellos usan traje, corbata, se ponen perfume, pero son salvajes y en la práctica actúan de manera bestial».
Por otra parte, Su Eminencia se refirió al apoyo que brindan los países occidentales a Arabia Saudita, pese a ser «tirano, opresor, corrupto y dependiente», y agregó: «Los occidentales le proporcionan a este régimen infraestructura nuclear. Anunciaron que construirían una planta nuclear para ellos. Anunciaron que le establecerían centros de producción de misiles».
En este sentido, el Líder Supremo de la Revolución Islámica manifestó: «Incluso si los construyen, no me molestaría, porque sé que en un futuro no tan lejano caerán en manos de combatientes islámicos, si Dios quiere».
El ayatolá Jameneí dijo que la malicia y la malignidad están en la naturaleza de las potencias occidentales y no hay diferencia entre los Estados Unidos y Europa a este respecto, y aclaró: «Por supuesto, EE.UU. es más malvado, y no es algo específico de la persona que ocupa el cargo en la administración de ese país, más bien, toda su política se basa en esto».
En la parte final de su discurso, Su Eminencia añadió que los jóvenes iraníes deben asumir la gran responsabilidad de ayudar a su país, y los exhortó: «Hoy vuestros esfuerzos deben concentrarse en la independencia y la dignidad del país».
El Líder Supremo manifestó que los jóvenes iraníes son responsables de preservar los logros de generaciones anteriores y deberán actuar de la misma manera para que las próximas generaciones se beneficien en el futuro de sus logros.
«Los iraníes lograrán lo que quieran si tienen una firme voluntad», enfatizó.
Al respecto, el ayatolá Jameneí se refirió a los avances del país en los sectores científico y tecnológico, e instó a todos los iraníes a seguir el camino de la unidad y a evitar acciones divisivas, augurando que si Dios quiere, el futuro de este país será mucho, mucho mejor.