El enemigo está centrando todos sus esfuerzos en hacer que la Umma islámica se olvide de Palestina, creando para ello conflictos, desencadenando guerras civiles y extendiendo el extremismo en nombre del Islam, la religión y la Sharía islámica. Hacen que un pequeño grupo acuse de herejía a la mayoría de los musulmanes. Que existan estas orientaciones takfiríes surgidas en el mundo islámico es una buena noticia para la Arrogancia y los enemigos del mundo islámico. Son estas orientaciones takfiríes las que desvían la atención de los musulmanes hacia cuestiones insignificantes, en lugar de dejarles centrarla en la existencia del malvado régimen sionista. Esto es exactamente lo contrario de lo que quiere el Islam. El Islam ha pedido a los musulmanes que sean «duros con los impíos, pero misericordiosos entre ellos» (Corán 48:29). Los musulmanes deben ser duros con los enemigos de la religión, mantenerse firmes y no dejarse llevar por la manipulación del enemigo. Ese versículo llama con claridad a ser «duro con los malvados». Los musulmanes deben mostrarse compasión unos a otros, unirse, darse la mano y aferrarse a la cuerda que Dios les ha dado. Es una orden del Islam, pero en la actualidad existe una tendencia que divide a los musulmanes en creyentes y no creyentes, ataca a un grupo de musulmanes llamándolos impíos y enfrenta a los musulmanes entre sí. ¿Quién puede dudar del papel de la Arrogancia y los servicios de inteligencia de Gobiernos arrogantes y maliciosos en la creación, el apoyo, la financiación y el equipamiento de estas tendencias extremistas? Los poderes arrogantes se reúnen y hacen planes para ello. El mundo islámico debe tratar este tema con seriedad, porque es un gran peligro.