«Hay algunos cuyo único afán es menospreciar a los suyos, a sí mismos y a la nación: “¡Pero si nosotros no somos nada!”. Lo dicen de muchas maneras distintas. Alaban con prolijidad a tal país, a la gente de ese otro o los modos de actuar del de más allá, faltando además a la verdad las más de las veces, y las más de las veces como en las películas de cine. En las películas, cuando llega la policía y quiere detener a alguien, desde el principio le dicen que tenga cuidado y que cualquier cosa que diga podrá ser usada en su contra en el tribunal. Es decir, que el policía es una persona tan noble que desde el principio asesora al acusado ―que puede ser un delincuente― para que tenga cuidado de no hablar más de la cuenta, a fin de que no se vea perjudicado en el juicio. ¿Es así la policía de los occidentales? ¿Es así la policía de los estadounidenses? Eso son películas de Hollywood. Cuando la policía de Estados Unidos esposa a alguien, después lo vapulean, le disparan, lo matan. Disparan y matan a una persona por llevar una pistola de juguete en el bolsillo. ¿Es eso la policía? Las películas de cine adornan la realidad falazmente; el tribunal, a la policía, los organismos gubernamentales, esto, lo otro y lo de más allá. Al fin y al cabo, son películas de cine. En el caso de algunos, sus artículos, lo que escriben y lo que dicen es igual que esas películas de Hollywood» (25/11/2015).