«Los enemigos muestran la realidad de modo invertido: mentir sobre la realidad. Mienten con tal osadía y rotundidad que quien los oye se cree que están diciendo la verdad. Con total sangre fría, con empaque y con aplomo le dan a la realidad un giro de ciento ochenta grados. Piensen por ejemplo en cómo hace seis años que el aliado árabe de Estados Unidos bombardea al oprimido pueblo de Yemen en sus casas, sus calles, sus hospitales y sus escuelas; los somete a asedio económico, impide que les lleguen alimentos, impide que les lleguen medicamentos e impide que les llegue petróleo. Seis años hace que eso ocurre, y además empezó con luz verde del gobierno estadounidense (…) Esa es la realidad del asunto. Ahora, los yemeníes, que son gente muy talentosa han conseguido dotarse de medios de defensa aprovechando ciertas circunstancias, ya sea porque se los procuran o porque los fabrican ellos mismos, y responder a esos seis años de bombardeos. Pues en cuando eso se produce por parte de los yemeníes, se oye tronar la propaganda de los otros diciendo que si han atacado, que si han cometido un atentado… Lo dicen todos, incluida la ONU, lo que es realmente execrable por parte de la ONU, que en este terreno actúa aun peor que Estados Unidos. Al fin y al cabo, el estadounidense es un gobierno arrogante y opresor, pero ¿¡las Naciones Unidas!? A los otros no los condenan por bombardear durante seis años, pero a estos les reprochan que en alguna ocasión se defiendan y que esa defensa sea efectiva; se les echan todos encima y los atacan» (11/03/2021).

 

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