«Se figuran que el teatro tiene que usar un lenguaje abstruso, simbólico y enigmático, cunado no es así. El teatro es actuación sobre el escenario, ante los ojos del espectador. A diferencia del cine y las películas, en que solo se ve algo sobre una pantalla en el teatro uno ve personas y las oye hablar de su propia boca (…). Hace quizá 20 años interpretaron una obra para nosotros sobre el profeta Job bastante larga, de una o dos horas. Cuando acabó, le dije al director que yo ya había leído la historia de Job cien o quizá cientos de veces en el Corán pero lo que había entendiendo en su obra de las peripecias de Job no lo había entendido en todo ese tiempo leyendo el Corán. ¿Acaso es eso poca cosa?» (11/07/2015).