«Celebran que, un día, un individuo ―un presidente― abolió la esclavitud, cuando eso es objeto de discusión y se le oponen objeciones fundamentales. Cuando dicen que Abraham Lincoln abolió aquello, si se observa con precisión histórica como han hecho algunos, la realidad no fue esa. No se trataba de abolir la esclavitud, sino de la cuestión Norte-Sur y de las largas guerras con sus profundas causas entre el Norte y el Sur de Estados Unidos, con el conflicto entre los terratenientes y su agricultura, por un lado, y la industria, por otro. El conflicto era por esas cosas. No se trataba realmente de sentimientos filantrópicos» (26/04/2015).