«(En el terreno de las actividades sociales, políticas y científicas y otras diversas), la mujer musulmana tiene derecho, igual que el hombre musulmán, conforme a los requerimientos de su tiempo, a llenar el vacío que siente y cumplir el deber cuyo peso siente sobre sus hombros. Si una muchacha desea, por ejemplo, ser médico, realizar actividades económicas, trabajar en disciplinas científicas, enseñar en la universidad, ocuparse en labores políticas o ser periodista, tiene campos abiertos (...). Lo atestiguan todas las obras islámicas que existen en este sentido y todos los deberes islámicos que dotan de responsabilidad social a la mujer y al hombre de igual manera (...). Las mujeres deben sentirse responsables y poner empeño en relación con los asuntos de los musulmanes, de la sociedad islámica, del mundo islámico y de todos los asuntos que ocurren en el mundo, porque se trata de un deber islámico» (10/03/1997).