«El mapa político del mundo está cambiando. Aquello del unipolarismo y las coacciones de una o de dos potencias ―viene a dar igual― sobre los países, sobre los pueblos, etc., ha perdido la forma de legitimidad que tenía, porque los pueblos han despertado. Las naciones han despertado. El sistema unipolar ha sido desechado (...). ¿Y qué significa «sistema unipolar»? Significa, por ejemplo, que Estados Unidos se ponga a hacer planes para Irak o para Siria, para Irán, para el Líbano o para el que sea: que si tiene que hacer esto, que si hay que hacer lo otro, que si lo otro no hay que hacerlo… Unas veces diciéndolo y otras ¡sin decirlo siquiera! Pero haciendo que se cumpla. Hoy por hoy es así. Diseñan programas para los países y movilizan a quienes trabajan para ellos. De manera que actúan de manera planificada. Siguen planes. Y frente a la planificación de la Arrogancia, paulatinamente esa situación de dominio sobre los países, sobre las naciones, y sobre las distintas regiones de la que ha gozado la Arrogancia mundial está cambiando, como el cambio que hubo en el periodo de los movimientos anticoloniales en la segunda mitad del siglo XX, cuando uno tras otro los países se alzaron a mediados de siglo contra la colonización directa. En Asia, de una manera; en África, de otro y en América Latina, de otra, de manera que el mapa político del mundo experimentó en aquel entonces un cambio fundamental. Como hoy también está habiendo un cambio fundamental (...). Se va a crear un nuevo mundo» (14/10/2022).