«Basich no es solo un cuerpo militar(…). El Basich es una cultura; es un discurso; es un pensamiento. ¿Y cuál es ese pensamiento? ¿De qué cultura se trata? De una cultura que consiste en servir sin afectación y sin esperar nada a cambio al colectivo y al país. Esto es muy importante. Sin expectativas, sin quedarse esperando que lo alaben e incluso, en muchas ocasiones, sin que se dé un presupuesto para intervenir en un asunto, ni dinero ni medios, cuando al fin y al cabo todo movimiento requiere unos medios. Pues se interviene en los distintos asuntos sin ellos (…). ¿Qué entendemos por “cultura basiyí”? Meterse en el fango hasta las rodillas para limpiar de lodo los cuartos de las familias afectadas por las riadas, o arriesgarse a contraer el coronavirus y a morir para salvar a los enfermos de covid, alejando de ellos un peligro de muerte (…). En ese momento, entrar sin miedo en la confrontación con el enemigo, en la contienda militar, no temer al enemigo, no darle tregua. Es eso la cultura basiyí. Soportar incluso injusticias para librar de la injusticia a quienes la sufren (…). Soportar ellos la injusticia para impedir la injusticia sobre los demás. No se dejan llevar por el desaliento. Ese es uno de los elementos notables de la cultura basiyí. Para el basiyí, el desaliento no tiene sentido (…). En tercer lugar, en toda actividad que emprende, el basiyí pone de relieve la espiritualidad. Esto es muy importante. El elemento de la espiritualidad» (26/11/2022).