«El sistema capitalista occidental es esencialmente un sistema machista. Es decir, que eso que ellos atribuyen al Islam —¡sin razón! Faltan a la verdad— es cierto tal cual sobre ellos mismos. ¿Por qué? Esa perspectiva tiene sus raíces en que, en el capitalismo, el capital está por encima de la humanidad; las personas están al servicio del capital. En definitiva, cualquier ser humano es más valioso en la medida en que pueda atraer y acumular más capital, y el hombre se impone más, es más fuerte. La explotación de las minas de oro, de piedras preciosas, de diamantes, etc., en África, en Norteamérica, en Sudamérica y demás la hacían los hombres. La dirección de los asuntos económicos y comerciales a gran escala, etc., la hacían los hombres. Por eso en el capitalismo el hombre prima sobre la mujer, porque la primacía del capital sobre el ser humano se da más en el hombre» (04/01/2023).