«Por encima de todo lo demás, el mártir Soleimaní era de intención pura y no buscaba nombre, ni reputación, ni que la gente se enterara y demás. La pureza de intención es muy importante y yo creo que es por esa misma pureza de intención que Dios lo ha recompensado de esta manera. Todo esto son retribuciones en este mundo: este respeto, estas alabanzas, estos homenajes, etc., son retribuciones en este mundo al mártir Soleimaní. Luego, la retribución en el otro mundo, donde no alcanzan nuestra mente y nuestra razón, está muy por encima de esas cosas. Nosotros no somos capaces de concebirla, pero ya eso que vemos en este mundo es retribución de la pureza de intención» (01/01/2023).