«Sentimos pesar por nuestros hermanos desolados de Siria y Turquía. Pedimos a Dios Altísimo misericordia para los difuntos y paciencia para sus parientes en duelo. También a nosotros nos han afectado los seísmos y sabemos cuánto abruma, cuánto duele cuando ocurre un terremoto y fallecen los seres queridos de las familias. Sentimos su dolor y pedimos a Dios que les dé paciencia y tranquilidad de espíritu. Los responsables iraníes, gracias a Dios, han prestado cierta ayuda y seguirán haciéndolo» (0