«Los cálculos aparentemente sólidos y consistentes que hace el enemigo, tomando en cuenta todos los aspectos, pueden sin duda caer por tierra. No olvidemos esto. En todos los cálculos que hacemos nosotros ahora, tengamos en cuenta que, si bien es cierto que el enemigo dispone de un aparato de inteligencia poderoso, dispone de una potente capacidad de cálculo y de buenas fuerzas armadas, además de que tiene mucho dinero –todo eso es así–, es totalmente posible echar por tierra sus cálculos e infligirle la derrota. Si lo abordamos con racionalidad, sin desistir, perseverando, todos los esfuerzos que hace el enemigo se pueden derrotar» (16/04/2023).