»Un servidor tiene una observación que dirigir a las propias Fuerzas Armadas que me parece también muy importante, y es que, en el Islam, la lógica del poder no es la de la supremacía. En los sistemas materialistas, sí: el poder implica supremacía. Quien dice supremacía dice preeminencia sobre los demás, considerarse superior a los demás, imponerse a los demás, echar el peso de uno sobre los demás, humillar a los demás… Eso es el poder (en los sistemas materialistas). Aquel que consigue poder, gana preeminencia (…). En el Islam, la lógica del poder no implica supremacía; cuanto más aumenten su poder y sus capacidades —ya se trate de capacidades innatas o legales—, más humildes deberán ser, más flexibles deberán ser, más deberán tener la atención puesta en Dios (…). Cuanto más elevada sea su posición en lo militar, y más su poder, más humildes deben ser; más compasivos deben ser. El poderío no está reñido con las palabras afables; no está reñido con la amabilidad (…). En ocasiones, se pueden conseguir muchas más cosas y mejores con palabras afables. Por supuesto, hay veces en que hace falta que uno actúe de otra manera, allá donde algo lo requiere« (20/09/2023).