«Lo que ocurre en Gaza es, por un lado, una situación de opresión, por otro, una situación de poderío. Sí, claro que el pueblo de Gaza está realmente oprimido y que ese enemigo feroz y sanguinario que es el régimen terrorista usurpador ignora todo límite en el crimen; que en un bombardeo hace mártires a miles de personas. Es así. No conoce límites. Ahí se manifiesta la opresión del pueblo. Pero, junto a esa opresión, hay dos motivos de reflexión importantes. Uno es la paciencia de ese pueblo; la confianza en Dios de ese pueblo. Ese pueblo ha sido verdaderamente paciente. Junto a eso, hay otra consideración importante y es que el golpe que se ha infligido en este ataque de los combatientes palestinos al régimen usurpador, es un golpe decisivo. Hasta ahora no se había infligido a ese régimen un golpe semejante, que, como dije ya al principio, es irreparable. Y cuanto más tiempo pasa más se ve que es irreparable» (25/10/2023).